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domingo, 27 de junio de 2010

Capitulo Segundo: Aun viva

ya estaba en otro lugar, pero ¿Dónde? Trate de analizar si este espacio lo había recorrido anteriormente o por lo menos había oído hablar de algo así, pero no obtuve ningún resultado.

Definitivamente todo era indescriptible. Había tanta luz que mis ojos se segaron al intentar mirar mejor. En ese momento sentí una fría ráfaga de aire que rosaba mi piel y la atrapaba en una débil pero insafable ternura que calmaba, esto era justo lo que necesitaba.

Tantos años sin sentir algo así, la última vez fue cuando mamá me tuvo entre sus brazos, pero de eso ya había pasado mucho tiempo. La extraño tanto. Pero ¿Cómo? Esto no puede ser posible. ¿Podría ser mamá la que me trajo hasta aquí? Siempre creí que ella era como un ángel, ella estaba tan iluminada, su espíritu positivo irradiaba todo lo que tenía por delante. Pero creo que todas las madres ante los ojos de sus hijos se ven así, tan llenas de amor y de ternura, aunque existen seres que no puedan ver tal armonía. ¿Pero podría ser ella?

- ¿Mamá? – susurre y mi corazón comenzó un alarido inagotable de palpitaciones. La sensación iba desde la alegrías hasta la angustia – No yo no puedo…

- Cálmate, cálmate, nada te ha pasado – con tan solo escuchar esa voz, hasta el mas mínimo de angustia se diluyo en el aire.

-“Mamá” – corría y corría pero no podía alcanzarla, sin embargo la angustia ya había desaparecido solo me embargaba la gran felicidad de volverla a ver.

10 años habían pasado desde que mi madre falleció en ese fatal accidente, pero sin embargo ella nunca desapareció de mi vida y corazón, es como si ella hubiera estado siempre conmigo y quizás sí. Todo lo podre conocer hoy.

- Mamá, Mamá ¿Por qué no te puedo tocar?

- No, aun no hija, esa barrera no la puedes traspasar todavía.

- Pero mamá yo quiero estar contigo

- Hija ya habrá tiempo para eso, ahora debes irte con Marine, ella tiene mucho que enseñarte y te prometo que cuando volvamos a vernos podrás traspasar el muro.

Me fui pero no estaba precisamente calmada, bueno era lo que se debía esperar pues ¿Cómo se sentiría cualquier persona luego de ver que la madre que se creía muerta, en verdad no lo estaba y siempre ha estado pero en “otro” lugar?

Camine junto a Marine el camino parecía hecho por nubes, era como un túnel pero rodeado de nubes y enredaderas, todo lo que alguna vez pude haber soñado, ahora era realidad. Sentía que no estaba en realidad en este lugar y el hecho de ver a mi madre me lo recordaba, ¿Sera quizás que como ella yo también habría muerto? Pero por primera vez dude de la muerta de mi madre, después de todo yo nunca la había visto. Tenía tan solo 6 años a su muerte y mi padre solo dijo que ella estaba tan mal que mejor no me quedara con esa imagen. Yo nunca sentí su muerte, ella siempre parecía que se había quedado conmigo. De ahí en adelante la vida fue dura para mi padre, mi hermana y para mí pero supimos salir adelante, yo no me sentía sola, alguien me acompañaba.

- Bien Delani aquí estamos, el “Campo de vuelo”

- ¿Campo de vuelo?, ¿Cómo es eso? Pretende que vuele desde aquí, ¿Y mi avión?

- Hay las designadas de hoy en día. Bueno creo que tengo que entenderlo pues tú no conoces tu procedencia aun y no es tiempo de que te lo cuente todavía. Mira tienes que ver dentro de ti, más allá de lo que tu imaginación te pueda permitir. ¿Has sentido en ocasiones que puedes ser capaz de lo que te propongas?

- Si

- Pues esta es la hora de hacer las cosas que te propongas. Tú has sido llamada, más bien has recibido los dones de tu madre, tu padre y por ende tú hermana mayor también lo recibió como tú. Eres la última en la familia en conocer el don, pero tu don es distinto a todos los demás.

En verdad yo no entendía nada de lo que ella me hablaba ¿Qué designación? ¿Qué don? ¿Mis padres, mi hermana? Algo no me estaba encajando.

- Bien pues vuela

- ¿Cómo? Yo no soy para esto.

- Tu siempre has sido para esto, naciste con el don que nadie pudo negar en ti, creciste pensado que eras una chica normal a diferencia de los demás de tu familia, porque así lo quisimos, para que comprendieras como era la vida de los demás, tu madre tuvo que subir por lo mismo o ¿Acaso todo este tiempo creíste que ella murió? Yo sé que no, porque tu sabias que ella guiaba tus pasos, pusimos esta pruebas ante ti antes de traerte con nosotros y la superaste con creces. Incluso tu padre y hermana hicieron reportes fascinantes de ti.

- Un momento entonces ¿Mi madre nunca murió?

- No – la alegría me embargaba en ese momento y salte sobre ella a abrazarla

- ¿Sabes quien más conocía tu procedencia? – La duda me estaba embargando – Itan – Eso si me tomo de sorpresa

- Entonces no fue simple casualidad que me dejara en el bosque.

Como se veían tan distintas las cosas ahora que conocía la realidad, pero algo dentro de mí me animaba a querer conocer mucho mas de la nueva vida que se presentaba frente a mí.

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